Euskaltzaleon Topagunea es otra de las entidades con las que colaboramos que se ha visto obligada a replantear toda su actividad debido a la crisis provocada por la COVID19. Replantear toda la actividad significa, por supuesto, replantear también las acciones de comunicación, es decir, adaptar la estrategia de comunicación.
Hablamos de proyectos para impulsar y fortalecer el euskera como los grupos de práctica oral Mintzalagun, propuestas de ocio para niños y jóvenes acordadas con diversos ayuntamientos, eventos culturales como la emisión de cortometrajes Laburbiran y, sobre todo, numerosas acciones nacionales y locales para comenzar a dar forma y visibilidad a la segunda edición de Euskaraldia.
Acciones postuetas y alternativas de comunicación on line
Varias de las acciones planificadas para este periodo por Euskaltzaleen Topagunea tendrán que esperar mejores tiempos. Otras, en cambio, se han podido llevar a cabo utilizando medios tecnológicos.
Entre otros, proyectos de ocio en colaboración con ayuntamientos como el concurso para jóvenes talentos Harrapazank o el proyecto para el uso en familia Ikusi eta ikasi, que han tenido un seguimiento notable.
Etxealditik Euskaraldira, plan de medios para llegar a cualquier hogar
Euskaraldia tenía previstas diferentes acciones para esta primavera; tales como foros, presentaciones públicas, ruedas de prensa. Estas acciones se han pospuesto pero se ha dado continuación a las relaciones con los comités locales.
Además, haciendo de la necesidad virtud, esta gran iniciativa nacional que busca influir en los hábitos de uso del euskera en las relaciones sociales y laborales, se trasladó durante dos semanas al ámbito más intimo, bajo el lema Etxealditik Euskaraldira, que podríamos traducir así: de la fase en casa a la fase en euskera.
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Etxealditik Euskaraldira ha tenido dos objetivos. Por un lado, la concienciación sobre los hábitos lingüísticos de nuestros hogares, y, por otro, comenzar a socializar el reto social que este otoño planteará la segunda edición de Euskaraldia.
Para las labores comunicativas, tanto informativas como emocionales, utilizaron las redes sociales como canal y diferentes vídeos como soporte. Además, medios de todo tipo y alcance dieron cuenta de la iniciativa, publicaron artículos de opinión en varios diarios, y, en especial, Berria llevó as su edición impresa entrevistas con expertos del ámbito sociolingüístico en los diez días que duró la iniciativa.
